COMO TODOS SABEN SOY AMANTE DE LOS ANIMALES ENTRE ELLOS MI PREFERIDO EL CABALLO.
Esta historia es de hace tres años, yo todas las mañanas salia a cabalgar por los costados del acceso sudeste acá en mi ciudad de Avellaneda, en uno de esos paseos mi caballo llamado Shiro (blanco en japones) comenzó a tirarse hacia el borde de la autopista se arrimaba a la protección que separa el césped de la ruta, obvio yo con las riendas lo volvía a poner sobre el camino, pero el insistía en querer arrimarse a la ruta, de un tirón fuerte lo separe y volví a mi camino.
al volver sobre mis pasos el nuevamente tiro hacia ese mismo lugar, y yo volví a ponerlo en mi camino, esto me llamo mucho la atención ya que es un caballo muy bueno y nunca hizo esto, la curiosidad me venció y lo hice pasar barias veces por ese lugar y el volvía a hacer lo mismo.
Después de 4 veces lo deje ir a donde quería deje que me guiara, al llegar al borde de la ruta se freno, bajo su cabeza y me señalo un pequeño perrito abandonado todo sucio y muy asustado acurrucado detrás de una construcción de toma de aire de las alcantarillas de la ruta, algún hijo de puta, perdón por esta expresión, lo abandono a solo 50cn. de la ruta o sea se movía y era atropellado por los automóviles.
salí al galope a buscar a mi hija que es veterinaria y lo pasamos a retirar, lo reviso y nos dimos cuenta era una hermosa y dulce perrita que por suerte hoy después de tenerla unos meses la entregamos a su nuevo hogar donde vive y la tratan como a una reina.
moraleja: cuanto tienen para enseñarnos los animales, muchas veces me cuestiono no seremos nosotros los animales y ellos los verdaderos seres de luz.
Néstor Varzé.
Aquí los dos protagonistas.
Shiro y Chuwi, como después la bautizamos a esta hermosa y dulce perrita
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